sábado, 13 de octubre de 2012

Estaciones de servicio

Pese a los aguaceros que han verdeado tímidamente las praderas, las temperaturas y el tiempo anticiclónico, parecen querer retrasar lo inevitable, la entrada del otoño.


Las sociedades ornitológicas aprovechan para
marcar a las aves de paso para comprender me-
jor las rutas migratorias.

Muchas de las aves nos abandonaron ya por sus cuarteles de invierno, otras sin embargo comienzan a llegar del lejano Norte, las más frecuentes estos días, están de paso. En su periplo migratorio descienden y paran unos días a reponer fuerzas, para continuar su camino. Las pequeñas aves, carecen de grandes reservas de grasa, y necesitan de frecuentes paradas para no agonizar en su regreso.

Las tapias arrumbadas y los setos, son ideales para ello, cargados de frutos majuelos, endrinos o zarzamoras, son básicos para reponer fuerzas. También aquí buscan cobijo los insectos que atacados por las frescas temperaturas de la noche, andan entorpecidos y son presa fácil de las aves insectívoras.
Estas zonas, son imprescindibles  para poder tender puentes en las rutas migratorias, parques, sotos, arboledas, bosquetes isla, actuán a modo de estaciones de servicio, al servicio de estas pequeñas aves, que cruzan Europa.

De nuestros cérvidos, el último en entrar en amoríos es el gamo, si bien aún no se han aplacado los ardores de los ciervos y la ladra del corzo se prolongo hasta bien entrado el mes de septiembre, son estos moteados cérvidos los que han entrado en los combates prenupciales. La ronca, el reclamo que emiten los machos, llena ahora, los pinares y encinares de los cotos, donde esta especie cinegética reside.

Las choperas, comienzan amarillear en los sotos, y sube por los arroyos, dorando sauces y algunos melojos. El pequeño petirrojo alza el vuelo cuando lo sorprendemos rebuscando entre las primeras hojas caídas. Los ciervos volantes, sobrevuelan los rodales de melojo, en busca ya de una guarida de invierno.

Es aire amanece húmedo y ligeramente frío, los días se acortan, y en cualquier momento una borrasca, pondrá comienzo al otoño.

El gamo entra en celo en las primeras semanas de octubre. Su reclamo es un
grave carraspedo, que recibe el nombre ronca.

Los crocus o azafranes serranos, florecen con los primeros chaparrones
en las praderas y prados.

Las endrinas, además de ser utilizadas en la elaboración el pacharán,
sirven de alimento a numerosos animales, que incrementan sus reservas
ante la llegada del invierno.

No sólo las aves encuentran alimentoen las bayas, entre las eces del zorro,
 encontramos semillas y restos de insectos de los que el raposo dió buena cuenta.

El majuelo también luce en esta época sus frutos harinosos cuyo sabor recuerda
a la manzana.

Mientras maduran las últimas zarzamoras, las hojas se tiñen de un rojo intenso.

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